Con la ILP se pretende reformar el artículo 6 de la Ley catalana de Protección
de los Animales para que se prohíban las corridas. Quedarían exentos los «correbous». Si las
enmiendas son rechazadas, la ILP pasaría a la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento autonómico,
por donde desfilarían expertos a favor y en contra. Tras la discusión de las enmiendas parciales,
el texto podría ser votado de nuevo en el Pleno la próxima primavera.
PP y Ciutadans defenderán sus respectivas enmiendas contra un proyecto que
consideran intervencionista. El PSC, que ha dado libertad de voto a sus diputados, también presenta
enmienda, pero de retorno, e intentarán disimular la división que esta ILP genera en sus filas
pidiendo que la votación sea secreta.
CiU también ha dado libertad de voto a sus diputados, mientras que ERC e ICV apoyan a la
plataforma.
La ILP, tendría que estar repaldada por 180.000 firmas, de ese modo
Cataluña se convertiría en la primera comunidad catalana abolicionista.
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