El Centro de Investigación del Toro de Lidia, dependiente
del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl) y con sede en
Salamanca, ha elaborado un estudio prospectivo para la futura creación de una
marca de calidad para la carne de esta especie. Este trabajo se apoya a su vez
en los resultados de una investigación que llevó a cabo la Estación
Tecnológica de la Carne de Castilla y León, con sede en la localidad salmantina
de Guijuelo, que indicaba que la carne del toro de lidia presenta mayores
niveles de hierro y menos colesterol que el vacuno que se consume
habitualmente.
"Existe cierto rechazo por desconocimiento, ya que
solamente se asocia el ganado de lidia al animal que muere en la plaza", ha
declarado a DICYT Juan José García García, responsable del Centro de
Investigación del Toro del Lidia. "En realidad, esta especie es como cualquier
otra, con la salvedad de que no se cría en explotaciones intensivas, sino en las dehesas, y presenta unas canales más
pequeñas, de color rojo y con un sabor más intenso".
Este centro trabaja con vistas a aplicaciones prácticas
en función de las demandas de los propios ganaderos, preocupados por el escaso
precio que alcanza esta carne en el mercado debido a que no obtiene una gran
valoración por parte de los consumidores. En ese sentido, el equipo de Juan José
García realizó esta propuesta que podría acabar en la creación de un distintivo
que pusiera en valor el producto. En ese sentido, tanto la raza como el estilo
de cría de estos animales, al aire libre, parecen favorecer las propiedades de
la carne, según el estudio realizado en Guijuelo. El único problema de cara a su
comercialización es que se trata de una carne más dura de lo corriente, "pero
la solución a esto podría ser prolongar el periodo de maduración", según ha
comentado Juan José García.
Además del estudio de las propiedades de la carne, a lo largo del pasado año,
2006, el Centro de Investigación del Toro de Lidia realizó unos
cuestionarios en las nueve provincias de Castilla y León que estaban dirigidos a
los tres sectores más representativos en la comercialización de la carne, los
consumidores, los hosteleros y los comerciales con el fin de conocer la
apreciación y los hábitos de consumo, que estos sectores tienen de este tipo de
producto. El objetivo es conocer los puntos negativos y positivos, de manera que
en un futuro puedan reducir los primeros para aumentar los segundos.
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