El pasado 26 de febrero la Comisión Europea aprobó una regulación que permitirá
la presencia “accidental” de restos de huesos de animales en los piensos de origen animal.
Hasta el momento solo estaban permitidas determinadas excepciones como eran los
piensos fabricados con pulpa de remolacha, pero gracias a esta nueva medida también se autorizarán
para los piensos elaborados con cereales o forraje.
La UE está realizando una revisión de las normas para la prevención de las
Encefalopatías Espongiformes Transmisibles (EET), entre las que se encuentra la enfermedad de las “
vacas locas”.
Bruselas asegura que el nivel de protección de los consumidores se mantendrá
como lo ha hecho hasta ahora y considera que la nueva regulación es necesaria.
Las mejoras en los laboratorios permiten detectar la presencia de fragmentos de
huesos, lo cuales se encuentran sobre todo en raíces y tubérculos debido a la contaminación
ambiental. Sin embargo, se ha demostrado que la contaminación de cultivos por huesos en el suelo no
es evitable.
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