Habitualmente, en la realización del descornado y la castración los ganaderos y
veterinarios proporcionan analgésicos a los animales. Sin embargo, estos medicamentos no tienen la
aprobación de la Agencia de Medicamentos y Alimentos de EEUU (FDA), por lo que los investigadores
de la Universidad del Estado de Kansas han intentado conseguir más información sobre el sufrimiento
de los animales y cuantificarlo con un equipo similar al que usan las personas que hacen footing
para controlar sus constantes vitales.
De cara a medir el movimiento del ganado, los investigadores colocaron en las
patas de los animales acelerómetros, similares a los podómetros, que les permitían medir el
movimiento de subida y bajada de las patas.
También colocaron un monitor alrededor del cuerpo del animal mediante vendas,
muy parecido al que usan los corredores y que se colocan en la muñeca, con el fin de medir el ritmo
cardíaco.
Si el animal sufre estrés, la sangre se mueve hacia el corazón y el cerebro,
enfriando la superficie corporal, por lo que se usaron cámaras termales de captación de imágenes
para medir esta temperatura corporal. Si bien es cierto que existía otro indicador como eran los
niveles de cortisol en muestras de sangre.
Dado que cada animal tiene un nivel de estrés diferente, los investigadores
tomaron las medidas tanto antes como después de los procedimientos.
El peso de los animales fue otro de los factores que tuvieron en cuenta, y
gracias al cual comprobaron que aquellos animales a los que no se les había proporcionado ningún
analgésico en el agua perdían peso inmediatamente tras el procedimiento, mientras que los que
fueron tratados mantuvieron su peso al final de dicho procedimiento.
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