Marco Cicala revisa la situación taurina en Cataluña, y afirma que esta iniciativa de abolir los
toros, animalismo aparte, se debe a que esta tradición es una símbolo de la colonización española,
según los nacionalistas catalanes. Ya que no es por falta de afición, pues a todas las plazas de
toros de España siguen acudiendo aficionados.
Cicala pone de manifiesto la importancia de José Tomás en la lucha por la persistencia de la
Fiesta en Barcelona, ya que comienza y termina su temporada en La Monumental, sabedor de su tirón
entre los aficionados.
El periodista toma una frase de Javier Villán, crítico de "El Mundo", que da a entender
que los toros han pasado a ser para turistas y mujeres suecas, nada más lejos de la realidad,
ya que a la salida por la Puerta Grande de José Tomás, sólo se oía ¡Torero, torero!. La afición
española sigue presente.
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Artículo
"La Repubblica"
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