Ante la posibilidad de prohibir la fiesta de los toros en Colombia por considerarla "cruel", un nutrido grupo de aficionados, empresarios, toreros y ganaderos, se manisfestaron pacíficamente ante el Palacio de Justicia para pedir que esta prohibición no prospere.

Durante el acto, pusieron de manifiesto, la grandeza del toreo, ya que es un arte, y lo que supondría para el empleo esta prohibición, ya que se perderían más de 4.000 trabajos.

La jornada, sólo se vió alterada por un grupo de antitaurinos que increpó a los manifestantes que no respondió a las provocaciones.