Mariate Cobaleda se ha sentido fascinada por la sabiduría que abrazan las
encinas eternas del campo charro salmantino.
Confiesa que los mejores años de su vida los ha pasado en la soledad y el
silencio del campo, esperando la luz de la inspiración -!¡ay, cuánto duele la luz!", para
cristalizar en una tesis doctoral su pasión por el campo, por el toro y la filosofía.Por la
Esthética Originaria.
Aunque en la actualidad realice su labor como senadora, sin embargo sueña que en
el futuro retornará al campo, para alumbrar, en otra tesis doctoral la Theopathía de Esthética
Originaria.
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