Esta creación supone un avance para controlar la enfermedad de la tuberculosis,
ya que los jabalíes son una de las especies salvajes con mayor índice de la enfermedad, la cual no
sólo afecta al ganado salvaje si no que puede transmitirse a los humanos.
El cebo consite en una galleta compuesta de parafina, pienso para cerdos,
azúcar, cereales y aromas que en su interior contiene una cápsula con la vacuna. Aunque aún están
en período de pruebas, los ensayos han demostrado la capacidad para reducir la infección y la
lesiones en los animales vacunados.
Los investigadores Christian Gortázar y José de la Fuente, del Instituto de
Investigación en Recursos Cinegéticos ( centro mixto del CSIC y la Universidad de Castilla-La
Mancha), en Ciudad Real, dirigen este estudio que supone la culminación de cinco años de
trabajo.
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